jueves, 21 de junio de 2012

Amenaza creciente, Vol. 4


A continuación se relata la historia de Lathenil de Solaria, un refugiado altmer de la isla de Estivalia que llegó a Cyrodiil en los primeros años de la Cuarta Era. En palabras del propio Lathenil, no huyó de las consecuencias de la Crisis de Oblivion en Estivalia, sino más bien de "la tenebrosa sombra de los Thalmor que se cierne sobre mi amada tierra".
Lathenil tenía una presencia muy intensa, por decirlo con gentileza, y algunas de sus acusaciones a los Thalmor parecía rozar la locura. Quizá esa fuera la razón por la que sus fervorosas advertencias y sus críticas abiertas a los Thalmor y el Dominio de Aldmer fueran desatendidas, pero la historia finalmente ha reivindicado, al menos en parte, las afirmaciones de Lathenil.
Proxis Erratuim, historiador del Imperio.

Mientras Morrowind y las fuerzas Imperiales de Ciénaga NEgra se recuperaban de las catastróficas consecuenias de la Crisis de Oblivion y de la destrucción de Páramos de Vvarden, los Thalmor incitaban a los argonianos a una sublevación en masa. Ciénaga Negra y MOrrowind cayeron a manos de los argonianos, pero por suerte, los Thalmor perdieron la influencia que ejercían sobre los reptilianos.
Mientras tanto, los Thalmor consolidaron su posición en mi amada tierra. Pasó casi una década antes de que mis propias intrigas me llevaran a ponerme en contacto con Ocato. Parecía interesado sobre todo en lo qeu tuviera que contarle sobre lso Thalmor, quizá porque él era un altmer y sabía reconocer la amenza que representaban. No pasó mucho timepo antes de que hiciean asesinar a Ocato.
El asesinato del potentado Ocato dio paso al interregno Corona de Tormenta. El Consejo de Ancianos se fracturó, lo qeu dio paso a años de luchas despiadadas, conspiraciones y traiciones.
Muchos intentaron subir al Trono de Rubí, la mayoría prentendientes a la corona, algunos con derechos legítimos, pero otros no eran más que zoquetes cruentos convencidos de que la fuerz de las armas era el único derecho que necesitaban. Violentos e irracionales ataques azotaron la Ciudad Imperial en varias ocasiones durante este periodo de anarquía, siempre con la Torre Blanca y Dorada en el ojo del huracán, como si aquel fuera el juicio de los Nuevo Divinos.
Con el Imperio sumido en el caos, los Thalmos no tardaron en actuar. Derrocaron a los legítimos reyes y reinas de lsoa ltmer. Recuerdo la repulsa y el horror que sentí cuando la noticia llegó a mis oídos... que semejante sinsentido se hubiera apoderado de mi tierra. ¡Muchos pertenecientes a esta gran raza, antaño digna y majestuoso, eran de hecho partícipes de esta locura!
Entonces se produjo la p`rimera masacre en la isla de Estivalia. Aniquilaron a todos los que no fueran "sangre aldmer". Una fácil excusa para exterminar a todos los disidente... Los Thalmos no eran dados a desperdiciar ese tipo de oportunidad.
Tras siete largos y sangrientos años, el interregno Corona de Tormenta finalizó cuando un señor de la guerra coloviano, Tito Mede, se alzó con el trono. Si tenía derecho legítimo al trno o no, es un asunto discutible, pero sin Tito Mede hoy no existiría el Imperio. Demostró ser un líder astuto y válido, al punto que Skyrim lo proclamó emperador.
Mientras el Imperio se estabilizaba bajo los prometedores designios del emperador Tito Mede, yo reanudé mi misión de advertir acerca de la amenaza de lso Thalmor. De nuevo, ellos llevaban ventaja, y antes de que mis esfuerzos puediera dar su fruto, golpearon: un nuevo ataque, en esta ocasión en Bosque Valen. El Imperio no estaba preparado para los engaños y maquinaciones de los Thalmor.
Existen quienes afirman que los fuerzas combinadas de los altmer y los bosmer superaban con creces al Imperio, pero eso es absudo. Los Thalmor habían ganado esta breve y cruel campaña antes incluso de derramar la primera gota de sangre. Esperaron y observaron al Imperio, eligieron dónde y cuándo atacar. Los Thalmor eran capaces de liberar toda la furia de su pequeño contingente de altmer y bosmer en cualquiera de las numerosas fortalezas Imperiales.
Los Thalmor, contrarios a las posturas de lso generales Imperiales, no atacaban con fuerzas de gran número. Tenían los mejores espías y gran movilidad, y sabían cómo aprovechar esas virtudes. ¡Ahí reside su amenaza! ¡Son crueles y despiadados, pero no son estúpido! Son maliciosos y sutiles, y muy, muy pacientes.
Con un solo ataque, los Thalmor establecieron una posición estratégica en la región de Tamriel e impidieron cualquier intento que el Imperio pudiera hacer de invadir la istal de Estivalia y deponer su tiranía. Del mismo modo, afianzaron su posición estratégica para seguir vigilando al imperio y esperar. ¡Al mismo tiempo dieron nuevas alas al Domino de Aldmer con su alianza con lso bosmer de Bosque Valen!
Con el apso de las décadas, los Thalmor permanecieron en calma, pero aquello no fue el fin, sino ma´s bien el principio. Se dedicaron a consolidar, su poder y a afianzar su control sobre los corazones y las mentes de los altmer. Puede que el Imperio quiera olvidar las heridas sufridas en su orgullo a manos de los Thalmor, pero ellos siguen ahí. Intrigando. Observando. Esperando.
Aunque el Imperio se conforme con asegurar los roncones intrancendentes de su vasto dominio, la amenaza de los Thalmor sigue aumentando. Nedie, desde el potentado Ocato, me ha escuchado. 
¡Ruego a todos y cada uno de los ciudadanos de este célebre Imperio que atiendan mi plegario! Debemos detener a los Thalmor antes de que sea demasiado tarde.
Poco después de que Lathenil de Solaria fuese autorizado a imprimir y distribuir estos tres volúmenes a los largo y ancho del Imperio con su propio cuño, se vio abocado a un violento fin. A la luz de los acontecimientos que sucedieron a su muerte, debemos considerar la posibilidad de que fuera asesinado por la Thalmor
de Lathenil de Solaria

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